El calor extremo lleva a miles de sonorenses a las playas, donde por cierto no hay mucha diferencia con los termómetros de la ciudad, pero sí un poco más fresco y con el alivio de un chapuzón entre las olas. Además con el regalo de la naturaleza que nos ofrece atardeceres como éste en la playa Los Algodones. (Foto Mac Vega).