Introducción
Nombre: Catedral de Santa María
Ubicación: Murcia. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia
Diócesis: Cartagena
Declarada Bien de Interés Cultural
La musulmana Madina Mursiya
Gentilicio: murcianos
A orillas del río Segura
Historia
Por el tratado de Alcaraz (1243), el reino musulmán de Murcia entraba en el área de influencia del reino de Castilla, pero
en 1266 el rey de Aragón Jaime I el Conquistador toma la ciudad y convierte la mezquita aljama en templo cristiano dedicado
a Santa María. El nuevo templo sería consagrado por fray Pedro Gallego (1250-1267) obispo de la diócesis de Cartagena, por San Pedro
Nolasco y el arzobispo de Barcelona.
Será en 1291 con el rey de Castilla Sancho IV el Bravo (1284-1295) y el obispo Diego Martínez Magaz (1278-1300)
cuando se traslade la sede episcopal desde Cartagena a Murcia,
convirtiendo la vieja fábrica de Santa María en Iglesia Catedral. Por aquel entonces Murcia es la capital del nuevo Reino,
aunque por razones históricas se seguirá manteniendo el nombre de Carthaginensis para designar la diócesis.
Descripción
Se comenzó a construir en el año 1394 en un estilo gótico castellano tardío y sería consagrada en 1465 cuando se había alcanzado el crucero.
Dispone de diversos añadidos
de época barroca como son la torre campanario y la fachada principal que le confiere ese aspecto barroco al exterior.
Durante el pontificado del obispo Pedro de Peñaranda (1327-1349) se derribó la antigua mezquita-aljama y comenzaron las obras
de construcción de un nuevo templo que nunca llegó a terminarse. Se construyó un claustro de estilo gótico del que tan sólo se
conservan algunos restos y se comenzaron a levantar distintas capillas.
Durante el mandato del obispo Fernando de la Pedrosa (1383-1402) se comienzan las obras de construcción de un nuevo
edificio de nueva planta, colocándose la primera piedra el 22 de enero de 1394, comenzando por la capilla central de la girola, en el
lugar que hoy ocupa la capilla de San Antonio. El primer maestro del que se tiene noticias es el cantero Juan Sánchez natural de Valencia y el
maestro Andreo de origen portugués y activo en la Catedral en 1398.
Es un templo de cruz latina, tres naves longitudinales, nave de transepto no acusada en planta,
la situada en el norte un poco más larga que su pareja, crucero,
ábside poligonal, girola y alargado presbiterio; la nave central longitudinal más ancha y
alta que las laterales. Capillas laterales entre los contrafuertes.
Las bóvedas descansan en pilares con columnas adosadas y capiteles con decoración vegetal. Las claves que forman las
bóvedas de crucería se adornan con florones.
Con el obispo Diego de Comontes (1446-1458) es maestro de obras de la Catedral Diego Sánchez de Almazán. Con este
maestro se cierran las bóvedas, se ejecuta gran parte de los trabajos de conclusión del templo y el templo recibe un impulso
decisivo en su construcción.
Bajo el obispado Lope de Ribas (1459-1463) se concluyeron las obras de la Catedral pudiendo ser consagrada
el 24 de enero de 1465. La puerta gótica conocida como Puerta de los Apóstoles se concluiría en 1488.
Fachada principal
En 1733 una riada del río Segura daña los cimientos de la fachada principal de la Catedral por lo que se hace necesario derribar la anterior
portada renacentista realizada por Jerónimo Quijano (1500-1563) y construir una nueva portada. Las obras se dilataron entre 1736 y 1754 y
fueron llevadas a cabo por
Jaime Bort Meliá natural de Cuevas de Vinromá (Castellón) (fallecido en 1754) y el ingeniero militar Sebastián Feringan Cortés (1700-1762) que se
encargaría de la cimentación.
Esta es la portada que nos ha llegado a nosotros.
El primer tramo de los pies que hace frontera con la contraportada de la
fachada también es obra de esta época. Colaboran con Jaime Bort, Manuel Bergaz, José Campos, Juan de Gea y José López.
De 58 metros de altura, es obra barroca de Jaime Bort, y adopta la estética de fachada retablo de inspiración alemana.
En 1752 Jaime Bort marcha a Madrid y serán sus ayudantes quienes
finalizen las obras de la portada, principalmente su discípulo Pedro Fernández.
El interior de la contraportada
se cubre con una cúpula realizada por Jaime Bort que vino a sustituir a otra cúpula de época gótica. Las obras fueron financiadas
por el cardenal Luis Belluga Moncada (1662-1743) obispo que sería de la diócesis de Cartagena y además Virrey de Valencia y Murcia.
Esta fachada como hemos visto
vino a sustituir a la anterior renacentista realizada en el siglo XVI y que tuvo que ser demolida ante el riesgo de derrumbe,
por los daños sufridos en las riadas del río Segura. Era obra de Jerónimo Quijano, Juan Rodríguez, Alonso de Rueda y
Juan Cabrera. Se trataba de una portada formada por tres entradas separadas por columnas de orden corintio.
La fachada está formada por tres cuerpos y ático. En el inferior la puerta adintelada se inscribe entre seis
grandes columnas de fuste acanalado, de orden corintio que apoyan en
altos zócalos con relieves de los apóstoles. Sobre la puerta en el interior de una hornacina un
grupo escultórico con la
Coronación de la Virgen por parte de Dios Padre. A ambos
lados esculturas de los arcángeles
San Rafael y
San Gabriel.
A los pies de la Virgen dos ángeles-niños, alegorías que representan a la Virgen como "Puerta del Cielo" y "Espejo de la Justicia", ambos con la
simbología pertinentes. Bajo el conjunto escultórico un jarrón con azucenas símbolo de la Catedral.
Por encima de los arcángeles, sobre la cornisa del segundo cuerpo las esculturas de
San Patricio (patrón de la ciudad de Murcia)
y
San Lorenzo Justiniano portando la cruz. San Patricio lleva en una mano el libro de "Las Confesiones" y con la otra lleva una corona, símbolo
de la ciudad de Murcia. Para los curiosos diremos además, que San Patricio es apóstol y patrono de Irlanda.
Ambas esculturas se encuentran en el interior de hornacinas cubiertas con conchas aveneradas.
Entre los intercolumnios del primer cuerpo a razón de dos por lado, los cuatro santos de Cartagena:
San Leandro y
San Fulgencio (a la izquierda) y
Santa Florentina y
San Isidoro (a la derecha), obras de Manuel Bergaz y también en el interior de hornacinas con conchas aveneradas.
Entre los intercolumnios del segundo cuerpo encontramos las esculturas de
San Fernando (Fernando III el Santo)
que porta en sus manos la ciudad de Murcia, como símbolo de la incorporación de la ciudad al reino de Castilla
y
San Hermenegildo del que se dice originario de Cartagena, aunque este punto no está demostrado. En los extremos de
este segundo cuerpo sobre la balaustrada imágenes de San Ginés de la Jara, San Poncio Bracarense,
San Pallucio y
San Liciniano, obispo de la diócesis en el siglo VI y con un cáliz en la mano, escultura salidas de la mano de Pedro Pérez.
En el segundo cuerpo por encima de una gran
ventana con frontón curvo partido un relieve de la
Cruz de Caravaca. En el tercer cuerpo un altorrelieve con la
Asunción de la Virgen en el interior de una bóveda de horno.
En el ático encontramos nuevamente el emblema del Cabildo, un jarrón con azucenas.
La fachada dispone de tres puertas que se corresponden al interior con sus respectivas naves. La central más grande responde al nombre
del Perdón y estaba reservada a la realeza. Las laterales más pequeñas reciben los nombres de
San José o del Concejo
(nave de la epístola [derecha]) y de
San Juan Bautista, del Cabildo o del Obispo (lado del evangelio [izquierda]), con escudos
en la parte inferior.
Bajo San Juan Bautista el escudo del cardenal Belluga y bajo San José el escudo de la ciudad.
Estas puertas se reservaban para el Cabildo catedralicio y su obispo y para el Concejo de la ciudad respectivamente.
Las esculturas son obra de Manuel Bergaz.
Sobre el frontón partido de
la puerta del Cabildo dos alegorías de la Fé y la Esperanza, mientras que en el frontón de la puerta del Concejo, alegorías
de la Caridad y la Oración.
A ambos lados de la fachada dos pequeños cuerpos adosados con hornacinas circulares en cuyo interior encontramos en el lado izquierdo a
Santo Tomás de Aquino
y en el lado derecho a
Santa Teresa de Jesús. Sobre estas figuras y en lo alto de la balaustrada esculturas de San Pedro y
San Pablo respectivamente.
En el interior del templo en la
contraportada destacan dos altares
de jaspe rojo situados a ambos lados de la Puerta del Perdón y dos
cuadros de Mateo Gilarte (Orihuela 1629 - Murcia 1675) con representaciones de
La Anunciación y el
Sueño de San José.
Las imágenes situadas en las hornacinas de las puertas laterales representan a San Ambrosio, San Gregorio, San Agustín y San Jerónimo siendo
obras de Jaime Campos.
Las imágenes de las hornacinas que ocupan la parte inferior son la Virgen del Rosario, San Francisco de Borja, Santa Lucía y
Santa Bárbara.
La decoración de la
cúpula es obra de Manuel Bergaz, Juan de Gea y Pedro Navarro, siendo de Manuel Bergaz los medallones de las pechinas.
Puerta de los Apóstoles siglo XV.
Comenzada en 1463 por Diego Sánchez de Almazán y finalizada en 1488. De estilo gótico florido, es la puerta de entrada por
la nave del transepto sur.
Formada por una
arquería apuntada con dos arquivoltas decoradas
y sobremontado un arco conopial con adornos de cardinas. A ambos lados dos pináculos y sobre el fondo del paño
una
arquería ciega de arcos apuntados con tracerías góticas flamígeras rematada en adornos de cardinas.
Las arquivoltas están decoradas con motivos escultóricos y apean en ménsulas con decoración gótica.
Bajo ellas, estatuas de
San Pedro y
Santiago a la
derecha y
San Pablo y
San Andrés a la
izquierda bajo doseletes góticos. Las arquivoltas están decoradas con pequeñas esculturas
de ángeles músicos y reyes del Antiguo Testamento.
En la clave de arco figura el
escudo de Isabel II colocado en este lugar en agradecimiento por la ayuda económica
prestada después del incendio de 1854. Para la colocación del escudo hubo que retirar el tímpano y el parteluz del arco.
Por encima de la portada un gran rosetón con vidrieras policromadas de factura reciente.
Los pequeños capiteles en que se apoyan los arcos se adornan con motivos vegetales entre los
que se asoman diversas figuras de animales, asi vemos la figura de un
cerdo y también
animales en actitud de lucha.
Puerta de las Cadenas
Situada en el muro que queda entre la torre y el claustro en la nave del evangelio, es la puerta de entrada
por la nave del transepto norte.
Consta de dos cuerpos el inferior se compone de un arco rebajado y sobremontado
dos arcos de medio punto adornados con
motivos escultóricos de inspiración plateresca. Así en el arco inferior encontramos pequeñas figuras de ángeles que portan coronas,
mientras que en el arco superior encontramos clípeos con bustos de reyes, reinas y papas en alternancia con leones y castillos. En la clave
hay dos ángeles tenantes que sostienen un cáliz.
A esta puerta se añadió en el siglo XVII un arco con la clave decorada con el
emblema del cabildo bajo una corona. En las
enjutas en el interior de coronas los bustos de
San Pedro y
San Pablo.
La realización de la portada se atribuye a Juan de León, entre 1512 y 1515 maestro de obras de la Catedral por entonces.
El
cuerpo superior fue rehecho en 1783 por José López utilizando las pilastras y frisos del siglo XVI, conjugando los estilos rococó y neoclásico.
Los escultores Pedro Federico Pérez y Diego García tallaron los
tondos de los hermanos San Leandro, San Isidoro y San Fulgencio que se
encuentran entre las pilastras del paño central de la fachada.
En el ático un altorrelieve de la
Virgen con una gloria de ángeles. Separando los dos cuerpos que forman la portada corre
una balaustrada de piedra a modo de balcón.
Frente a la fachada queda un espacio libre delimitado por unas
cadenas presidida por una cruz sobre alto pedestal, que es de donde procede el nombre de la portada.
Puerta del Pozo
Pequeña puerta formada por un arco de medio punto que permite el acceso al interior del templo por la girola. Se sitúa junto
a la torre campanario.
Interior de la Catedral
Aunque exteriormente la Catedral refleje una apariencia barroca, su interior delata su origen gótico.
Dispone de de un total de 23 capillas de distintos tamaños y características. Sus bóvedas son de crucería estrelladas, los apoyos
sobre pilares con columnas. El coro ocupa la parte central de la nave principal restando visibilidad al templo. Dispone de crucero pero no
así de cimborrio. La nave norte del transepto es un poco más larga que su gemela del sur, debido a la adicción de un pequeño cuerpo para
dejar el templo unido al claustro. Las capillas más importantes son sin duda la Capilla de los Vélez, la Capilla de los Junterones y la
Capilla de la Inmaculada, esta última en el trascoro.
Capilla Mayor
En 1854 la Catedral sufre un incendio que destruye el Retablo Mayor y la sillería del coro. A tal fin se construye en 1868
un nuevo Retablo Mayor de estilo neogótico según proyecto de Mariano Pescador y ejecución
del escultor de Yecla, Antonio José Palao con la ayuda de Leoncio Baglieto. Preside el retablo la imagen de Santa María de la Paz.
En el lado del evangelio de esta capilla encontramos la
urna sepulcral renacentista
donde reposan el corazón y las entrañas del rey Alfonso X el Sabio. En principio sus restos se encontraban en la
capilla del antiguo alcázar murciano, pero en 1525 fueron trasladados a este lugar con autorización del emperador Carlos V. El resto
del cuerpo se encuentra en la Catedral de Sevilla. El corazón y las entrañas debían haberse llevado a Tierra Santa pero como podemos
comprobar no se llegó a cumplir su voluntad.
La urna está colocada en un nicho con un arco medio punto, decorada con motivos florales platerescos,
labrada en la época de Carlos V. La urna que guarda las entrañas es de piedra, y a cada uno de
sus lados se encuentran representados un heraldo con mazas apoyadas en los hombros, en cuyas dalmáticas
aparecen el escudo de la Corona de Castilla. Las figuras de los heraldos fueron realizadas en el siglo XVI.
En una cartela colocada en la parte inferior de la urna, y en caracteres alemanes, se lee la siguiente inscripción:
AQUI ESTAN LAS ENTRAÑAS DEL SEÑOR REY DON ALONSO X, EL QUAL MURIENDO EN SEVILLA POR LA GRAN LEALTAD CON
QUE ESTA CIBDAT DE MURCIA LE SIRVIO EN SUS ADVERSIDADES LAS MANDO SEPULTAR EN ELLA.
También en la capilla mayor se veneran
en una urna de plata los restos de los conocidos como cuatro santos de Cartagena: San Fulgencio, San
Isidoro, San Leandro y Santa Florentina, patronos de la diócesis. La urna se encuentra en el lado de la epístola frente a la urna
de Alfonso X.
La capilla Mayor se cierra por una
reja gótica obra de Antón de Viveros realizada en el siglo XV. Una inscripción en la reja dice: "Antón Bivero me fecit anno mil
CCCCCIIIC. (1497).
A titulo de curiosidad diremos que con anterioridad al presente retablo, existieron dos retablos notables: uno de
ellos el del obispo de Santa María de 1455 y el del prelado Langue de principios del siglo XVI.
La girola está formada por siete tramos de planta trapezoidal, y la bóveda de la capilla mayor se cierra por
bóvedas nervadas con florones en sus claves. Ventanas con vidrieras iluminan su interior. Una
puerta situada en cada uno de los lados de la
Capilla Mayor se abren al arranque de la girola; una de las puertas enfrentada a la sacristía. Las puertas son obra de
Damián Plan ejecutadas en tiempos del obispo Trexo.
Capilla de los Vélez Situada en la girola, es de planta poligonal, realizada en estilo gótico flamígero,
entre 1490 y 1507 y puesta bajo la advocación de San Lucas. Tiene una reja
de hierro que cierra la triple arquería de entrada a la capilla.
Construida para el adelantado del reino de Murcia Juan Chacón y terminada por su hijo Pedro Fajardo, primer
marqués de Vélez. Se construyó como panteón familiar aunque nunca se llegó a ocupar. Se construyó ocupando
el espacio de dos de las capillas del ábside y sobresale por la
cabecera al exterior por su gran tamaño, ocupando parte de la
vía pública, lo que motivó diversas quejas de los murcianos al Concejo de la Ciudad.
Al exterior (en la calle) se adorna con una amplia decoración escultórica con tres grandes
escudos de la dinastía de los Fajardo y de los Chacón en la parte superior.
Por debajo de estos una gran
cadena en piedra formada por 90 eslabones, rodea todo el perímetro de la capilla.
En el plano inferior
tres nichos de arcos de medio punto, el central con el
escudo de los fundadores sostenido por dos salvajes, los otros dos
vacíos.
Es de admirar el efecto visual de esta capilla con sus
grandes escudos nobiliarios que recordarían a los paseantes el poder de los marqueses de Vélez.
En la parte superior una galería de ventanas a razón de dos por paño, permiten la iluminación del interior de la capilla. En cada una de las
aristas que forman el polígono, corren altos contrafuertes en toda la altura de la capilla.
La capilla por el interior se cubre con
bóveda gótica estrellada de diez puntas. Esta capilla de los Vélez es sin duda alguna la más ostentosa de toda la Catedral. La obra es de autor
desconocido aunque se ha atribuido a Juan Guas (* Francia 1430 † Toledo 1496) o a Juan de León, maestro de obras de la Catedral, aunque
estas atribuciones son más que dudosas.
La decoración empleada está formada por decoración vegetal y figurativa. Entre las primeras encontramos decoración de
cardinas, piñas, granadas, repisas, doseletes, ménsulas y troncos de árbol, mientras que en la decoración figurada hay animales
como grifos, leones, perros,
ciervos, y personajes bíblicos: ángeles, Cristo, la Virgen y la Magdalena. También escudos de la familia de los
titulares de la capilla.
Cuatro nichos ocupan los muros del testero, todos ellos vacíos, a excepción de uno de ellos, donde se aloja un sepulcro de mármol
rojo con la figura de un infante en la tapa superior. En el muro de la izquierda por encima de una puerta de arco rebajado, un balcón desde
donde el marqués podía escuchar misa desde un puesto de privilegio.
A mitad altura, corre un friso epigráfico realizado en letra gótica que dice: "Esta obra mandó hacer el muy magnifico señor don Juan
Chacón, adelantado de Murcia, señor de Cartagena. Acabola su hijo, don Pedro Fajardo, marqués de los Velez, adelantado de Murcia.
año 1307 a 15 de Octubre.
La capilla fue declarada Monumento Nacional en 1928.
La entrada a la capilla se realiza a través de un triple arco con vanos de arcos lobulados y arcos imaginativos. Se cierra por una verja de
hierro y en los pilares que sustentan los arcos encontramos cuatro grandes
coronas en cuyo interior encontramos los escudos nobiliarios de la familia Vélez.
Preside la capilla un
lienzo realizado en 1607 por
Francisco García, pintor protegido de la familia Chacón-Fajardo con una representación de San Lucas. Sobre este un
Cristo Crucificado realizado en piedra bajo un arco trilobulado y fondo con relieves de inspiración gótica florida.
Capilla de los Junterones
Situada junto a la Puerta de los Apóstoles, es obra renacentista italianizante iniciada por Jacobo Florentino y terminada
por Jerónimo Quijano. Construida a instancias de Gil Rodríguez de Junterón, arcediano de Lorca y colaborador del papa Julio II como
capilla sepulcral.
Se construyó sobre otra capilla gótica anterior. La capilla fue comenzada en 1525 y en el 1541 aun continuaban las obras.
Al
exterior en la calle, la capilla adopta forma ovalada. En el centro del paño, una
corona con el escudo de Gil Rodríguez de Junterón y abajo una cartela con una
inscripción que dice: "De Junterón es". En la parte superior bajo el frontón triangular el
busto del papa Julio II. El
friso superior se decora con animales fantásticos, alternando con
medallones con bustos de personajes no identificados. En lo más alto una
figura desnuda de medio cuerpo rodeada de niños-ángeles con flores y frutas.
Ya en el interior del templo, en el suelo a la entrada a la capilla hay una
lápida que reza: "aquí viene a parar la vida". La portada de la capilla,
tiene dos columnas de orden jónico que sostiene un gran arco de medio punto. Por
encima del arco, figura en el centro en lugar preeminente
el escudo del papa Julio II a cuyo servicio
estuvo el promotor de la capilla con una cartela que dice: "Armas del papa Iulio II de gloriosa memoria".
En un plano inferior aparecen a ambos lados las armas de la familia Junterón con una
leyenda que dice: "De Junterón es". De esta inscripción proviene que erroneamente se le denomine a la capilla con el
nombre de Junterones.
La entrada a la capilla se realiza a través de un
arco de medio punto que apoya en columnas de mármol
jónicas. En el frontal del
arco aparece la inscripción: "Esta obra mandó hacer don Gil Rodríguez de Junterón, protonotario apostólico y arcediano
de Lorca en la Santa Iglesia de Cartagena".
La capilla se divide en dos tramos, el primero formado por un recinto rectangular decorada por una concha de
venera en cada uno de sus lados laterales.
La bóveda se cubre por una doble cúpula semiesférica apoyada en pechinas y coronada por una linterna con vanos
circulares y vidrieras con el escudo del obispo Tomás Bryan Livermore (1885-1902).
El segundo tramo es de planta elíptica y se corresponde con el Altar de la Capilla. Esta se
decora con gran cantidad de
relieves de estilo plateresco y se cubre con una bóveda elíptica conocida como la "Boveda de Murcia" por su compleja
y extraña configuración ajena totalmente a las características constructivas del lugar.
El acceso al Altar Mayor se cierra por una balaustrada de mármol.
La capilla la preside un
retablo formado por un bajorrelieve de mármol dedicado a la
Adoración de los Pastores, realizado por Jerónimo Quijano. Este bajorrelieve se enmarca en un
conjunto arquitrabado que apean en columnas helicoidades. Entre ellas
esculturas de Isaias, San Juan Bautista y doce Sibilias en el interior de hornacinas con conchas aveneradas,
salidas de la mano del escultor Pedro del Monte en 1592.
La decoración de la bóveda se compone de grutescos, mascarones, puttis, jarrones, bichas, escudos, bustos, animales, armaduras, y
un altorrelieve que representa una Gloria de ángeles que situado en un plano inmediatamente superior al retablo parece cantar
la alegría por el nacimiento de Jesús.
Capilla de la Inmaculada
Realizada entre 1620 y 1628 por orden del obispo Antonio Trexo (1618-1635), es de estilo barroco y de autor anónimo, aunque hay quien la
atribuye (atribución dudosa) a fray Tomás Sánchez de Segura. La capilla se ubica en el trascoro
frente a la contraportada del Perdón. Preside la capilla la imagen de la Inmaculada, tallada en madera policromada sobre 1627 y con
incrustaciones de pedrería.
La imagen de la Virgen tiene a sus pies la luna y por corona doce estrellas, típica iconografía de la Virgen Inmaculada.
En un nivel inferior y en el interior de unas hornacinas y a ambos lados dos bustos de San Pedro y San Pablo, obra del granadino Juan
Sánchez Cordobés.
Su frontal se adorna con jaspes y mármoles blanco y negro, con cuatro grandes capiteles adosados de orden compuesto.
En el frontón partido de la parte superior podemos ver un lienzo de
Ribera representando a la Santa Faz.
Completa la decoración dos relicarios realizados por
Juan Bautista Estangueta el Mozo, dos hornacinas vacías que albergaban las figuras de marfil de La Dolorosa y de San José con el niño y que en
la actualidad se encuentran en el Museo de la Catedral y los escudos del obispo Trexo.
Una inscripción en el friso oscuro de la parte superior dice: "Deiparae Virgni".
Dos puertas a ambos lados cerradas por verjas de hierro con el escudo del obispo Trexo permite el acceso al
órgano situado en el testero del coro y a la antigua sacristía. Sobre los extremos de la cornisa dos esculturas de busto
redondo de San Francisco y San Antonio.
Entre las leyendas que podemos encontrar en la parte superior destaca por lo inusual de la misma, la expresión: Non nobis, domine, non nobis, sed
nomini tuo, da gloriam (No para nosotros señor, no para nosotros, sino para la gloria de tu nombre). Y decimos extraño porque dicha expresión
es el lema de los monjes templarios.
Capillas laterales
Las capillas laterales que podemos encontrar en el interior del templo son las siguientes
(empezando por los pies y por la nave de la epístola [derecha]):
• Capilla de la Transfuguración o de los Verastegui del año 1544 realizada por Jerónimo Quijano
• Capilla del Cristo del Milagro
• Capilla del Sagrado Corazón de Jesús, antiguamente conocida como Capilla de la Catedral. En su interior se encuentra el enterramiento del obispo Bryan de Livermore, fallecido en 1902
• Capilla de los Junterones
• Capilla de San José
Nos encontramos con la nave del transepto (Puerta de los Apóstoles) y continuamos hacia la girola
• Capilla de la Sagrada Familia o de San Nicolás
• Capilla de San Miguel o de San Juan Nepomuceno, fundada por el deán Pedro de Puxmarin
• Capilla de San Dionisio o de los Racioneros
• Capilla del Cristo de la Misericordia
• Capilla de los Vélez
• Capilla de San Antonio o del Corpus
Promovida en 1388 por el obispo Fernando de Pedrosa para enterramiento del prelado. Es la más antigua de toda la
Catedral y anteriormente estuvo bajo la advocación de San Jerónimo. La actual capilla es de 1526 y se cubre con bóveda de crucería gótica con
pinturas. Junto a ella se encuentra una pequeña capilla realizada por Jerónimo Quijano dedicada a la Encarnación donde
se encuentra la urna funeraria de Jacobo de las Leyes, colaborador de Alfonso X el Sabio y cuyos restos se encontraba con anterioridad en la
planta baja de la antigua torre que fue demolida. La capilla está presidida por un
conjunto escultórico realizada en madera policromada y dorada con el misterio de la Encarnación de la Virgen. En este conjunto vemos
al arcángel San Gabriel frente a la Virgen María que tiene un libro abierto delante de ella, mientras recibe la gracia de Dios representado en un
haz de rayos que procede del cielo.
• Capilla de la Virgen del Socorro o de los Dávalos de estilo renacentista y cubierta con bóveda de
crucería. Preside la capilla un retablo barroco del siglo XVIII
con columnas salomónicas, en cuyo centro se abre una gran hornacina o camarín que alberga la imagen sedente
de la Virgen con el Niño en brazos mientas vence al demonio que tiene a sus pies, obra de Francisco Salzillo.
El retablo de madera policromada queda protegido por una especie
de manto o cortinaje azul celeste que forma parte del retablo.
• Capilla de la Virgen del Pilar o de Comontes
• Capilla con la Puerta del Pozo
• Capilla de Santa María Magdalena de Pacis
• Sacristía Mayor
• Capilla de San Andrés
Nos encontramos con la nave del transepto (Puerta de las Cadenas) y continuamos por la nave del evangelio
• Capilla de la Soledad neoclásica del siglo XVIII obra de Lorenzo Alonso
• Capilla del Nazareno o Rodríguez de Almela
• Capilla del Beato murciano Andrés Hibernón con escultura de Roque López y sepultura de Saavedra Fajardo
• Capilla de San Fernando con una imagen del titular de la capilla obra de Nicolás de Bussy
• Capilla del Socorro o del Baptisterio de 1541
Además de las capillas antes aludidas hay que hacer mención de toda una serie de capillas-altares que se distribuyen por los muros
laterales del coro y por la nave del transepto. Estas capillas-altares están formados por arcos conopiales con decoración de cardinas.
Se trata en su mayoría más que de capillas de pequeños altares.
La Sacristía Mayor
se aloja en la planta baja de la torre campanario. Destaca la
portada plateresca de acceso realizada sobre el 1500-1530 por Jerónimo Quijano.
Se decora con grutescos, vegetales, genios alados,
guirnaldas, monedas etc. La portada se encuentra enmarcada por un arco de medio punto enmarcada por columnas pareadas que sostienen
un entablamento. En la parte alta podemos ver la tres virtudes teologales, en el centro, en lo más alto y en preeminencia una imagen
que representa a
La Fé llevando en su mano el cáliz eucarístico. Un poco más abajo las virtudes de
la Esperanza y la Caridad sentadas sobre pedestales.
Esta portada permite el paso a la antesacristía que se cubre con una cúpula semiesférica.
Al fondo de este recinto encontramos la portada de acceso a la sacristía propiamente dicha. Esta portada se compone de
un arco de medio punto entre semicolumnas estriadas con capiteles de cabezas femeninas. Remata la portada el escudo del cabildo
entre dos genios alados y por encima de estos un jarrón.
La sacristía es de planta cuadrada, y ya hemos comentado que se
corresponde con la planta baja de la torre campanario. En la sala destaca la magnifica
cajonería tallada en madera de nogal que alcanza los cuatro metros de altura.
De esta sobresale el panel central con una escena del Descendimiento. La obra de la capilla está realizada por
Jacobo Florentino y Jerónimo Quijano sobre 1525. La sacristía se cubre con cubierta abovedada.
Coro
Situado en el centro de la nave principal, el trascoro lo ocupa la Capilla de la Inmaculada, mientras que los
paramentos laterales son lisos, aunque ocupadas por distintas capillas-altares. Los paramentos que cierran el
coro están fechados a finales del siglo XV o principios del siglo XVI. Estos muros están decorados en su coronamiento
por crestería de cardinas.
Frente a la Capilla Mayor el coro se cierra por una verja de hierro obra de Antón de Viveros (finales siglo XV).
El primer coro de la Catedral de Murcia era de madera de nogal y fue realizado a mitad del siglo XIV en estilo gótico. En 1790 ante
el deterioro que sufría este, se construye un nuevo coro realizado por el carpintero de la Catedral Francisco López Reyes, era de
madera de nogal y caoba en estilo neoclásico y se inauguró en 1803. Este coro fue pasto de las llamas en el incendio ocurrido en
1854.
La actual sillería del coro está realizada en estilo plateresco en el siglo XVI y procede
del desamortizado Monasterio cisterciense de Santa María la Real de Valdeiglesias en la población madrileña de Pelayos de la Presa.
La sillería es obra realizada entre 1567 y 1571 por el artista Rafael de León, mientras que la
silla episcopal que no tenía el coro en su emplazamiento original
fue realizada por el ebanista madrileño José Pérez Benito en el siglo XIX, que además también fue el encargado de montar este antiguo
coro en la Catedral.
La silla episcopal sigue el mismo estilo constructivo que el resto de la sillería,
así, en la parte inferior del respaldo vemos la entrada del obispo en su diócesis, mientras que en la parte superior al triangulo representativo
de la Santísima Trinidad. Sobre el asiento el escudo del obispo y cuatro alegorías del Cabildo.
El actual coro consta de dos alturas, en el superior los asientos se separan por pequeñas columnas de orden compuesto. Los respaldos
de los asientos se dividen en dos franjas, en la franja inferior se
representan escenas del Antiguo Testamento; figuras de vicios y virtudes en los pedestales de separación y
santos de la orden cisterciense y benedictina bajo conchas aveneradas en la franja superior.
La sillería baja de menor calidad que la superior vemos representaciones del Antiguo Testamento y diversas escenas de la vida de
Cristo, destacando la Presentación y la Crucifixión.
Sobre la sillería alta, un estrecho friso con cabezas de serafines, por encima de este el guardapolvos, formado por composiciones
de niños, mascarones, jarrones, frutas y remata el conjunto un crestería con efigies de santos intercalados con medallones.
Bajo el suelo del coro fue encontrado en 1961 un sarcófago de piedra arenisca con una imagen de un obispo que se
cree puede ser el de Pedro Martínez de Peñaranda que quiso ser enterrado en el coro. En la actualidad el sarcófago se encuentra
en el suelo del centro del coro.
En 1854 y tras un incendio en la Catedral, el antiguo órgano fue destruido y el obispo Mariano Barrio Hernández compró
un nuevo órgano a la casa Meklin Schtuz de Alemania siendo inaugurado en 1855.
Claustro realizado en el siglo XIV se sitúa en el lado norte de la Catedral.
En tres de sus capillas góticas se encuentra el Museo Catedralicio.
Torre campanario
Entre 1337 y 1352 la esposa del jurista Jacobo de las Leyes levantó una modesta torre para que fuera capilla funeraria de su esposo.
En el siglo XVI sería derribada para construir la nueva torre campanario.
Construida entre 1521 y 1793 por mandato del obispo Mateo Langa (1510-1540) (de origen alemán Mateo Lang Wudenburg),
tiene una altura de 93 metros, es por tanto la segunda torre más alta de España, después
de la Giralda de Sevilla. Se situa en el arranque de la cabecera del templo por su lado norte.
Su alzado se divide en cinco cuerpos de distinta anchura. Para la construcción de la torre hubo que derribar
la anterior edificada sobre terrenos de la antigua mezquita.
El primer cuerpo realizado en 1521 es obra de los italianos Francisco y Jacobo Florentino. Es de planta cuadrada y
estilo renacentista italianizante y decoración de inspiración italiana. En su planta baja se aloja la Sacristía Mayor. En uno de sus lados
podemos ver una
lápida conmemorativa del inicio de la construcción de la torre.
El segundo cuerpo es obra de Jerónimo Quijano, comenzado en 1525 y concluida en 1545 en estilo renacentista. Sigue
el mismo esquema que el primer piso pero con ciertas variaciones decorativas.
En su interior se alojó el Archivo Catedralicio.
Con este segundo cuerpo las obras de construcción de la torre campanario quedaron paralizadas durante dos siglos ya que
la misma había dado señales de una peligrosa inclinación.
Jerónimo Quijano (1500 - Murcia 1563) fue maestro de obras de la Catedral desde 1526 hasta su muerte en 1563. Se le apodaba el
montañés, por lo que se supone que pudo haber nacido en Cantabria.
El tercer cuerpo se comenzó a levantar en 1765 por José López en estilo barroco. En su interior se aloja la Sala del Reloj. José López
tuvo que adaptar este tercer cuerpo para contrarrestar la inclinación que sufría la torre y que había paralizado las obras durante
los dos siglos anteriores.
El cuarto cuerpo destaca por la presencia en cada uno de sus ángulos de un
templete coronado por una cúpula y que reciben el nombre
de conjuratorios, estando cada uno de ellos dedicado a los santos patrones de la diócesis: San Fulgencio, San Leandro, San Isidoro y
Santa Florentina. Su nombre procede porque desde estos templetes se conjuraban las tormentas con ayuda del Lignum Crucis que posee
la Catedral.
El
quinto cuerpo y último es de estilo rococó, en él se sitúa la sala de campanas con sus 25 campanas. Por encima de este cuerpo una
cúpula octogonal diseñada por Ventura Rodríguez en 1782
en estilo neoclásico y más arriba una linterna realizada en 1793.
El acceso a la sala de campanas se realiza a través de 18 rampas en los primeros cuerpos y escalera de caracol
para llegar al cupulín.
Museo Catedralicio
•
Custodia del Corpus obra en plata de Antonio Pérez de Montalto realizada en Toledo en 1678
• Arca del Jueves Santo (siglo XVIII)
•
Sarcófago de las musas (romano siglo III). Este sarcófago fue traído desde Roma por Gil Rodríguez de Junterón para ser enterrado
en el mismo.
•
Medallón de la Virgen de la Leche de Francisco Salzillo (1768)
• Cristo en la cruz de Francisco Salzillo (1766)
•
Retablo gótico de Santa Lucía del italiano Bernabé de Modena (siglo XIV)
• Retablo gótico de la Virgen de la Leche de Bernabé de Modena (siglo XIV)
•
San Jerónimo penitente (procedente del Monasterio
de los Jerónimos), obra de Francisco Salzillo de 1755. En la imagen vemos al santo con sus atributos: un león, la calavera, la
cruz y un libro que representa la Vulgata.
Ficha técnica
Fecha de realización página: 15 de Octubre de 2.010
Fecha última modificación:
Lugares de interés de Murcia
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