Comentario de José Javier Matamala García:


JADIYA, LA HIJA PÓSTUMA Comenzaba esta mañana a leer el último trabajo literario de mi buena amiga Pilar Saavedra Barnusell. Lo primero que llama poderosamente mi atención, además de la preciosa pintura de la portada, es la cita que realiza al principio de la obra de otro Saavedra -Miguel de Cervantes- que, en el capítulo LVIII de "Don Quijote de La Mancha", afirmaba: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”. Este prologo, en sí mismo, ya me emociona, porque me identifico personalmente con él y suelo usarlo en algunos comentarios y ensayos. Comienzo a leer el libro y en su primer capítulo me quedo embelesado con la preciosa prosa de la escritora que nos sitúa de inmediato en un ambiente que conoce muy bien y que trabaja con auténtica maestría y sólo se me ocurre decir para mis adentros: me encanta... He de reconocer que soy un "lector lento" y un tanto atípico, no porque mi vista cansada haga más torpe la visión de las letras, sino porque me gusta disfrutar de cada párrafo y de cada palabra. Releo de forma constante aquellos pasajes que siempre me emocionan, antes de atreverme a saltar a un nuevo capítulo por más que arda mi curiosidad. Hay novelas que leo en multitud de ocasiones, porque en cada una de ellas encuentro un estado de ánimo diferente y unos apuntes que se me escaparon en las primeras. Este libro que ya ocupa mi mesa de noche en el pequeño estudio desde donde escribo, va a ser de las que lea de forma repetitiva y comente con mucho cariño, porque el amor de la autora está implícito en su forma de escribir y en la historia que nos relata. Para finalizar, sólo quiero decirle a mi buena amiga Paquita Saavedra Barnusell que no sólo es una gran escritora, sino que su peculiar diferencia está en contar las historias a corazón abierto y con un manejo del idioma envidiable... Y todo lo que afirmo sólo parte de la sensación tras la lectura del primer capítulo de tu libro. Gracias por ser como eres y ser quien eres.

 JJ Matamala. Almería, 6 de mayo de 2015


José Javier Matamala García